Poemas de Días idénticos a nubes
Resultan tan extraños
tus pasos acercándose a mi casa,
tu voz que se desliza por la puerta
que no sé si decirte pasa, amor
o cóbreme el recibo de septiembre.
NOCTURNO (DESDE JUNIO)
No sé por qué las noches desde junio
parecen recordar salas de espera,
territorios de tránsito,
la cama de un motel de carretera
levemente deshecha por el amor furtivo.
Me pesa el aire denso de la estancia
que fue el cobijo amable de mis juegos,
los sueños de otro yo que ahora parecen
el puzzle que en el fondo del armario
se sabe sólo piezas sin orden aparente.
En este tiempo hostil propicio al odio...
Ángel González
Sabes bien de la lluvia.
Has medido su pulso en los tejados de invierno
y en los cristales
has secado sus lágrimas.
Tú conoces el charco que a menudo se forma,
que cubre la ciudad, que la transforma
en un extraño espejo.
Y todo es un reflejo
de una vida inestable,
creíble al menos, soportable.
En este tiempo hostil que ahora es costumbre
conoces la palabra incertidumbre,
mas, milagrosamente
mantienes la esperanza casi intacta
de un futuro mejor.
LAS NOCHES
A David Fernández Varón
Aunque las noches sean
tan sólo un eufemismo de la muerte,
un refugio de alcohólicos,
de pasos inexactos por la calle,
en sus resquicios vivimos la vida
más dulce.
Bebemos los tragos amargos
como si sólo fueran
las copas de licor que se calientan
después de haber hablado demasiado.
SPLEEN
Hoy sólo sé que existo y amanece
Javier Egea
A Isabel Chillón
No es un buen comienzo, ya lo sé, para un poema.
decir que el tiempo pasa lentamente,
que no existe un lugar para el reposo
en esta vida tibia que parece
un circo de fantasmas,
la voz de un niño ahogado que se escucha
al fondo de los pozos y el silencio
de tardes de verano en la alameda.
No existen las palabras necesarias,
un verbo que descubra en estos versos
un fondo de sorpresa o esperanza.
Hoy sólo sé que existo, y amanece
el alba incierta que hemos presentido,
oscura y sucia.
No es un buen final para un poema, ya lo sé,.
decir que estoy cansado, que no quiero
pensar que en una tarde de verano
el tiempo detenido en este cuarto
ha mellado una parte de mi vida.
(Selección de poemas del libro Días idénticos a nubes. Editorial Dauro, Granada, 2001)